Adele Pickvance es, efectivamente, la Adele de The Go-Betweens. Formó parte de la banda desde «The friends of Rachel Worth», en el año 2000, hasta la muerte de Grant McLennan en 2006. Continuó con Robert Forster en la grabación de «The evangelist», y luego continuó con su carrera musical trabajando con artistas como Clare Moore, Billy Miller de The Ferrets, y otros. Colaboró en un disco de Glenn Thompson, también de Go-Betweens, hasta que finalmente empezó a trabajar en su proyecto en solitario, proyecto que inició en 2016 y que acaba de cristalizar en este «First date» (Pretty Olivia, 2020), con una banda liderada por ella misma y completada con el guitarrista Scott Mercer y el batería Ash Shanahan.
Todo esto ya es interesante, pero en realidad no cuenta demasiado sobre este «First date». Porque sí, en sus diez canciones encontramos algunos aires a Go-Betweens, y desde luego los fans de la banda disfrutarán del disco y lo pasarán en grande. Pero «First date» es otra cosa.
«First date» es un disco de punk-pop con mucho aroma a principios de los ochenta. A mí se me aparecen ahí recuerdos de Blondie, B-52’s (si hicieran una nueva película de los Picapiedra deberían usar «1234» en la banda sonora), Buzzcocks (hay versión de Pete Shelley), o incluso Wire (vía los ritmos sincopados de Elastica). Desde los primeros compases de «German on my mind» (¿estarían pensando aquñi en unos Nena menos acelerados?), hasta la festiva «Something good is happening», pasando por la alegre melodía de «Treasure» o la engañosa dulzura de «Looking for something», o la emocionante «Swimming with sharks», todo el camino lleva por él mismo paisaje: punk-pop ochentero con color femenino.
Punk-pop, ochenterismo, guitarras, girl bands… y diez canciones hechas para disfrutar y pasarlo bien. El debut de Adele & the chandeliers es una de las noticias más felices de este año que acaba. Algo bueno está pasando…
El jardin de Octopus 
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