No sé qué es lo que me resulta más inquietante de este video: no saber exactamente qué clase de potingues le están echando en la cabeza a la chica, o la eterna y complaciente sonrisa con la que ésta los recibe. O quizás, el himno nuevaolero que le pone la banda sonora, firmado por Post-Ape, de los que poco se sabe más que que vienen de Londres y que el video y la canción tienen 3 meses escasos. Estoy pensando en varios seguidores del Octopus a los que les va a gustar mucho esta canción.